Todo empezó hace unos años, practicando algunas posturas inicialmente por el reto físico que implicaba. Con el tiempo he estado integrando hábitos como la respiración consciente y la meditación. Este año que pasó, trajo nuevos aprendizajes, maestros, combos para la práctica, retos más exigentes...acá un recorrido por mi historia con el #yoga
Recuerdo que empecé a escuchar de esta #disciplina y sus bondades mientras estudiaba en la universidad. En medio de las clases, el afán, exámenes, aprendizajes, encuentros, amigos, risas y cervezas en Carlos E, siempre saqué tiempo para la actividad física: baile, karate, aeróbicos, #piscina... dentro de todas estas opciones, el cuento del yoga me llamó la atención inicialmente por el #reto físico que implicaba las posturas.
Llegó el momento de entregar la dichosa tesis, una época difícil en mi etapa universitaria, con un poco de #estrés, cansancio, angustias, tristezas, entre notas finales de las últimas materias, líos emocionales, desengaños amorosos, informes parciales, "regaños" por parte del director de tesis, llegó a mí la oportunidad de aprender a #bucear, en un curso que haría con mi adorado cuñado, con quien compartía mi afición por la piscina y fue un gran apoyo durante mi carrera universitaria.
La salida para conocer el #mar en su profundidad, fue el mejor regalo jamás recibido, además en este viaje de "certificación" como buzo, llegó de nuevo el amor a mi vida, una gran felicidad...
Luego de esto, empezó una nueva etapa en mi romance con la piscina: La #apnea. Practicarla, implicó para mí hacer un #viaje al interior, sentirme fuera del mundo común, abandonar la #tierra y literalmente sumergirme en las profundidades... en mis profundidades.
Para lograr realizar inmersiones prolongadas y tranquilas, durante los entrenamientos empezamos a practicar yoga, lo que incluía la práctica de posturas o #asanas y la relajación, fue allí que encontré un enorme placer en ese momento "previo" a entrar a la piscina: de introspección, bajar el ritmo cardíaco, disfrutando el #silencio, la #quietud. Amé por un lado sentir el cuerpo, los latidos del corazón y algunos #bloqueos o rigideces; además: observar pensamientos, ser consciente de esos mismos bloqueos a nivel mental y emocional para empezar a soltar.
A partir de ese tiempo, he estado practicando la parte más física de la disciplina o Hatha yoga, en numerosos lugares y con diversos maestros. Empecé además a buscar un poco más de respuestas sobre la filosofía del yoga en 2014, por lo que llegué al curso del profesorado con el maestro Santiago: @keshava.yoga. De este curso recuerdo con gran cariño muchos aprendizajes y en especial: los compañeros, la "sanga", con quienes compartí y aprendí un montón, especialmente en los "retiros", que son espacios en tiempo y lugar diseñados para alejarnos de la #rutina establecida, del entorno en el que vivimos todos los días, para compartir, conversar, discutir sobre las #enseñanzas, establecer nuevas rutinas e integrar nuevos #hábitos al ritmo normal de cada día.
Esta experiencia dio inicio a un proceso de #autoconocimiento especial, que he disfrutado enormemente, siento que empecé a "unir" e integrar pensamientos, emociones y acciones. Pienso que alcanzar la #coherencia es un proceso, que no se da de un momento a otro, que toca trabajar en ello. El encuentro de este combo de practicantes ha continuado en diferentes eventos, tales como el congreso internacional anual de yoga organizado por la Escuela Hari Om: @hariommedellin o la "cuarentena" con motivo del #díaInternacionaldelyoga que coincide con el solsticio de verano, esta vez hecha de forma virtual, facilitando poder realizar una rutina o "sadhana" mañanera, para cargarnos juntos de #energía.
Mi recomendado
Para profundizar en información sobre Yoga, con una amplia oferta de cursos y eventos, algunas opciones son: Escuela Hari Om @hariommedellin, Fundación Atman Yoga https://www.atmanyoga.co/ Fundación Enciendo mi Corazón @enciendomicorazon Yogalalma https://yogalalma.com/ Semillero de Yoga de la UdeA https://semillerodeyoga.blogspot.com/
Sobre el proceso de aprendizaje de esta disciplina, pienso que trasciende el sistema convencional educativo estático al que estamos acostumbrados, el típico formato de sentarnos a escuchar al #profesor, pues implica aprender haciendo, involucra esfuerzo inicialmente para los apredices: por un lado para sentir cada postura o #asana, afrontando la #incomodidad, integrando la respiración, fluyendo con los movimientos hasta lograr permanecer y mantenerla, por otro lado, para poder disfrutar la quietud, entregándose en el momento de la relajación. Así mismo, uno de los mayores retos para mí en este proceso fue el de sentarme a #meditar, observando pensamientos, empezando a calmar esa turbulencia mental, encontrando #paz allí, afrontando el hecho de mirar hacia adentro, de la contemplación.
Pienso que un proceso similar sucede con la piscina: aprender sus disciplinas implica "tirarse al agua", vivir la sensación, #respirar en el momento y la forma indicada, o dejar de respirar en el caso de la apnea, probar los #límites propios, pero además implica prepararse, para "disfrutarlo", gozar de esa interacción de #cuerpo, mente y #espíritu con ese entorno diferente, logrando una sincronización, en la que se pierde la noción del tiempo, es una gran sensación.
Una inquietud que aún sigo respondiendo para mí y para algunas personas cercanas y curiosas del tema, es sobre la #historia del yoga en la humanidad. Saber cómo y dónde surgió es un interrogante que no tiene una única respuesta, con esta claridad, presento a continuación, un texto que recoge algunos hechos y eventos importantes de esta filosofía, su origen y trayectoria:
La historia del yoga tiene muchos lugares de oscuridad e incertidumbre debido a su transmisión oral de textos sagrados y la naturaleza reservada de sus enseñanzas. Los primeros escritos sobre yoga se transcribieron en frágiles hojas de palma que se dañaban, destruían o perdían fácilmente. El desarrollo del yoga se remonta a hace más de 5.000 años, pero algunos investigadores piensan que el yoga puede tener hasta 10.000 años. La larga y rica historia del yoga se puede dividir en cuatro períodos principales de innovación, práctica y desarrollo.
Yoga preclásico
Los inicios del Yoga fueron desarrollados por la civilización Indus-Sarasvati en el norte de la India hace más de 5,000 años. La palabra yoga se mencionó por primera vez en los textos sagrados más antiguos, el Rig Veda. Los Vedas eran una colección de textos que contenían canciones, mantras y rituales para ser utilizados por los brahmanes, los sacerdotes védicos. El yoga fue refinado y desarrollado lentamente por los brahmanes y los rishis (videntes místicos) que documentaron sus prácticas y creencias en los upanishads, una obra enorme que contiene más de 200 escrituras. La más famosa de las escrituras yóguicas es el Bhagavad-Gîtâ, compuesto alrededor del 500 a. C. Los Upanishads tomaron la idea del sacrificio ritual de los Vedas y la internalizaron, enseñando el sacrificio del ego a través del autoconocimiento, la acción (karma yoga) y la sabiduría (jnana yoga).
Yoga clasico
En la etapa preclásica, el yoga era una mezcla de varias ideas, creencias y técnicas que a menudo entraban en conflicto y se contradecían entre sí. El período clásico está definido por los Yoga-Sûtras de Patanjali, la primera presentación sistemática del yoga. Escrito en algún momento del siglo II, este texto describe el camino del RAJA YOGA, a menudo llamado "yoga clásico". Patanjali organizó la práctica del yoga en un "camino de ocho ramas" que contiene los pasos y etapas para obtener el Samadhi o la iluminación. Patanjali a menudo se considera el padre del yoga y sus Yoga-Sûtras todavía influyen fuertemente en la mayoría de los estilos de yoga moderno.
Yoga posclásico
Unos siglos después de Patanjali, los maestros de yoga crearon un sistema de prácticas diseñadas para rejuvenecer el cuerpo y prolongar la vida. Rechazaron las enseñanzas de los antiguos Vedas y abrazaron el cuerpo físico como medio para alcanzar la iluminación. Desarrollaron Tantra Yoga, con técnicas radicales para limpiar el cuerpo y la mente para romper los nudos que nos unen a nuestra existencia física. La exploración de estas conexiones físico-espirituales y prácticas centradas en el cuerpo llevó a la creación de lo que principalmente pensamos del yoga en Occidente: el Hatha Yoga.
Periodo moderno
A finales del siglo XIX y principios del XX, los maestros de yoga comenzaron a viajar a Occidente, atrayendo la atención y los seguidores. Esto comenzó en el Parlamento de Religiones de 1893 en Chicago, cuando Swami Vivekananda cautivó a los asistentes con sus conferencias sobre yoga y la universalidad de las religiones del mundo. En las décadas de 1920 y 1930, el Hatha Yoga se promovió fuertemente en la India con el trabajo de T. Krishnamacharya, Swami Sivananda y otros yoguis que practicaban Hatha Yoga. Krishnamacharya abrió la primera escuela de Hatha Yoga en Mysore en 1924 y en 1936 Sivananda fundó la Sociedad de la Vida Divina a orillas del sagrado río Ganges. Krishnamacharya preparó tres estudiantes que continuarían con su legado y aumentarían la popularidad de Hatha Yoga: B.K.S. Iyengar, T.K.V. Desikachar y Pattabhi Jois. Sivananda fue un autor prolífico, escribió más de 200 libros sobre yoga y estableció nueve ashrams y numerosos centros de yoga ubicados en todo el mundo.
La importación del yoga a Occidente continuó poco a poco hasta que Indra Devi abrió su estudio de yoga en Hollywood en 1947. Desde entonces, muchos más profesores occidentales e indios se han convertido en pioneros, popularizando el hatha yoga y ganando millones de seguidores. Hatha Yoga ahora tiene muchas escuelas o estilos diferentes, todos enfatizando los muchos aspectos diferentes de la práctica.
Referencia:
Burgin Timothy. (s.f.). https://www.yogabasics.com/. Obtenido de https://www.yogabasics.com/learn/history-of-yoga/?fbclid=IwAR1QMnlNAeFPESfDAS-osots_hwVfMQ64A4iPNUSuFSqZA2sr9QT_WTF4v0
Como se observa en el texto anterior, han sido múltiples las personas, formas, metodologías y maestros, que han influenciado el largo camino del yoga hasta hoy. Parte fundamental de este proceso son los "discípulos": personas dispuestas a recibir conocimientos y practicar con "disciplina" las técnicas aprendidas, es este proceso de aprender y luego compartir con otros, lo que ha hecho posible que esta historia continúe expandiéndose. Y es que se puede lograr un #disfrute tal en conectarse con el #cuerpo y la energía del universo a través de la respiración, en encontrarnos con la escencia de lo que somos, que surge en muchos el deseo de querer sembrar en otros esta semilla.
Esa fue mi experiencia, con alma de profe siempre presente, encontré que quería compartir con otros lo aprendido: fue así que luego del curso de profesorado, a pesar de las dudas y temores, decidí lanzar la propuesta de dar clase de yoga en un gimnasio cercano a casa. La respuesta llegó, luego de coincidir y conversar con @MariaCristinaGomez en @energym_xtreme quien me recibió con una gran sonrisa y un sí, que no me esperaba.
De esta experiencia queda un grupo, "una sanga" que ha perseverado en la práctica por tres años aproximadamente, haciendo de este, un espacio para respirar conscientemente, recargarnos de buena energía, entrenar cuerpo, mente y espíritu, afianzando #flexibilidad, equilibrio y fortaleza, pero además para abrir la mente a nuevas visiones, otras formas de ver la vida, ampliando el panorama desde el disfrute de la conversación y el encuentro cada sábado.
Acerca del tema de las escuelas y los maestros, creo que en #Medellín y el Área metropolitana, somos afortunados, pues de unos años para acá, han llegado numerosas ofertas para aprender y practicar yoga. Una de esas escuelas y de las más populares, es Atman yoga: https://www.atmanyoga.co/ . Cuando supe de ellos, hace ya unos años, escuché que tenían como propósito contribuir con la paz mundial, empezando por Medellín: una #ciudad encantadora, pero también convulsionada y violenta por naturaleza. Me conmovió bastante este propósito, además, su filosofía del "aporte voluntario" para el pago de las clases, me pareció #innovador, práctico y justo, es una forma de llevar esta disciplina a personas menos favorecidas, con condiciones sociales duras, que difícilmente tienen acceso a estas propuestas, para encontrar en esta práctica: paz, #equilibrio y mayor conexión con la vida.
Hay una gran oferta de cursos y eventos en esta escuela, uno que disfruté bastante fue un retiro en el Ashram Vagadurga: @vanadurgaashram, ubicado en el municipio de San Rafael, disfrutando del contacto con la naturaleza en todo su esplendor. Hay además una oferta de cursos como el de Ayurveda, o la "ciencia de la vida", un tema apasionante y complementario al yoga que integra medicina, alimentación saludable, masajes y otros aspectos de #salud y #bienestar.
En sintonía con este #propósito, de lograr paz en la ciudad, un proyecto que me encanta, es la Fundación Enciendo mi Corazón: @enciendomicorazon quienes enseñan Yoga y meditación a los niños en condiciones vulnerables de los #barrios populares de Medellín. Alguna vez quise unirme como voluntaria y viví la experiencia de ser profe de un grupo de niñas de un hogar o albergue: un super reto, muy chévere, aunque exige prepararse y hacer el curso de yoga para #niños, ya que se requiere un lenguaje dinámico y lúdico para seguirles el ritmo. Siento que causas como esta deben ser apoyadas tanto por entidades gubernamentales como privadas, pues contribuyen a que muchos niños y #familias de la ciudad, encuentren otros referentes, conozcan otras formas de vida, que abran su mente y su #corazón a otras maneras de #convivir y relacionarse, además de practicar el #cuidado personal y por el entorno.
Otro proyecto que encuentro encantador es Yogalalma: https://yogalalma.com/ de Ana Isabel Santamaría, quien estuvo por mucho tiempo enseñando yoga en clases transmitidas por televisión regional. De ella hay una gran cantidad de videos en su canal de youtube, pero además en su sitio web, hay una amplia oferta de artículos de yoga, clases, cursos, información, textos y podcast interesantes sobre temas de salud y bienestar.
Mi recomendado
Algunos maestros con quienes he coincidido en este camino del yoga, que recomiendo seguir en redes son: Santiago: @keshava.yoga, Nicolas y Estefanía: @aum.balance, Esteban: @estebananda.ea, Ana Isabel: @yogalalma Además, si de practicar se trata, algunos videos chéveres para principantes son: Posturas calmantes para el sistema nervioso y Yoga para RELAJAR cuello y hombros
Continuando mi recorrido y situándonos en el momento presente, durante este año que ha sido extraño y diferente, tengo mucho que agradecerle al yoga: encontrar el encanto de estar en casa, construir mi #rutina e incluirla en los hábitos de cada día, sentarme a meditar en una "sadhana" mañanera que se ha extendido en tiempo y en disfrute cada vez más, además, encontrando tiempo para compartir con otros desde la virtualidad, para seguir coincidiendo en esta práctica.
Igualmente, he encontrado otros maestros, buscadores que andan también por estos caminos de apertura de consciencia. Una propuesta muy chévere, cuando quise practicar acompañada y entrenar algunas posturas avanzadas, son las clases virtuales ofrecidas por Nicolas y Estefanía de @aum.balance Una pareja de yoguis que ofrecen clases y cursos de diferentes niveles, compartiendo sus conocimientos de forma fácil, sencilla, con el profesionalismo y la flexibilidad que hacen que uno quiera madrugar para la clase y el encuentro.
Otra propuesta genial con la que he podido recibir nuevos aprendizajes, conocimientos y experiencias es la hecha por Esteban: @estebananda.ea desde el Semillero de Yoga de la UdeA: https://semillerodeyoga.blogspot.com/, con una amplia oferta educativa: información, textos, numerosos cursos y eventos interesantes. Mi participación en el curso "Sembrando humanidad" de forma virtual, fue una experiencia bastante grata para profundizar en la filosofía del yoga, facilitando la oportunidad de expresar inquietudes, compartir experiencias y vivencias, desde la convicción de seguir siendo aprendices, para soltar, aceptar y transformar, fluyendo cada vez más, con personas y circunstancias que a veces vemos como difíciles o retadoras. Respirar, servir, purificar, inspirar, son algunas de las temáticas tratadas de forma cercana, fácil y práctica en este curso.
Otra de las actividades promovidas por Esteban, para terminar el año con broche de oro, y empezar un nuevo ciclo con toda, que resultó una experiencia genial y super recomendada fue el #retiro en la Ecovilla Wayra Wasi: @ecovillawayrawasi,
Fue un encuentro de introspección, de inmersión en el yoga, en un lugar maravilloso, lleno de #naturaleza, tranquilidad, color, abundancia y fertilidad. Una linda #oportunidad para estar en contacto con la estabilidad de la tierra, la fluidez del #agua, la luz y el calor del #fuego transformador, la movilidad del #aire con un viento que sopla fuerte, la fuerza del #amor propio y por el entorno circundante. Un espacio diseñado para practicar yoga, meditar, cantar, bailar y hacer de la vida un #ritual. Como en otras ocasiones, sentí la felicidad del #encuentro, de la conversación y la complicidad, de coincidir con seres bellos y especiales con quienes había muchos temas en común, encontrando un ambiente #mágico y #vínculos que trascienden ese momento. Los participantes vivímos una experiencia bastante especial, gracias a la familia anfitriona, representados en Beatriz: @dukebea y Doña Martha: @marthahenaomvz, sentí mucha gratitud por la acogida, por cada detalle en su atención; la magia de los rituales, el temascal, los alimentos deliciosos, el paseo al bosque con Alcides, todo hace parte del encanto que envuelve este lugar.
Ya terminando, una reflexión a la que he llegado, es que ser un buscador #espiritual es sólo una opción de vida, que llega y que algunos decidimos atender, prestar atención, seguir ese llamado. Hay personas en mi entorno que no han sentido esa necesidad, es posible que en algún momento les llegue, o que simplemente se sientan bien y #satisfechos con su vida tal como es y ¡está muy bien!
Algo valioso que he aprendido y que trato de aplicar sobre este cuento, es evitar "evangelizar". El yoga no es la panacea, puede ser una buena opción para cuidar la salud física y mental, para lograr mayor #conexión espiritual, con la vida y el entorno, pero es necesario resonar con él y hacer de su práctica, un #placer.
Una par de invitaciones finales de este largo recorrido son: La primera, si sienten el llamado, buscar y #experimentar diferentes opciones para aprender y practicar yoga. Todos los maestros y escuelas tienen conocimientos, vivencias y experiencias interesantes por enseñar y compartir, incluso pienso que en este momento se hace más fácil acercarse a esta disciplina, con una gran oferta #cursos en línea, evitando desplazamientos, aprendiendo desde la comodidad del hogar, aprovechando las ventajas tecnológicas que durante este tiempo, han demostrado que bien utilizadas, pueden ser una herramienta para facilitarnos la #vida. La segunda, incluso sin pensar en ser un yogui, arriesgarse a participar en un retiro. Imaginarlo como un regalo, una oportunidad para conocer un nuevo lugar, otras personas, historias y formas de vida, para renovarse, reinventarse y como dice la canción: Mirar la vida con los ojos nuevos...
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